Comúnmente, caminamos apurados como si el tiempo nos apuntara con un arma en la cabeza para llegar rápido a nuestro destino. Sin embargo, pocas veces tomamos importancia a lo que nos rodea o preferimos ignorarlos; a lo mucho, les dejamos unas moneditas por lástima, compramos para saciar nuestros antojos o reímos con ellos para olvidar por un momento nuestras preocupaciones. En otros, admiramos su arte pero seguimos de largo. Lima de noche ofrece una variedad de formas para ganarse la vida y de seguro que te cruzaste con más de uno.
Lo místico o tradicional en el Centro de Lima puede ser muy llamativo como esta señora que ofrece productos naturales, como la coca, mismo ritual a la Pachamama en la Av. Arequipa, en horas de la noche.
Foto: Alexander Gutiérrez Alarcón
¿Quién no ha pensado hacerle un gesto para que se mueva? Ver a estos hombres disfrazados de maneras muy peculiares y quedarse quietos sin que nada los distraigas es un ejemplo de concentración pura ante tanto tráfico y movilización que ofrece Lima de noche. Lo encontramos a la espalda del Museo Italiano.
Foto: Alexander Gutiérrez Alarcón
Haciendo ruido cada vez que "revientan", coloridos y de diversos tamaños, canchita salada o dulce, papas fritas o camotes, son tradicionales comerlos de noche. La encontramos por la Plaza San Martín
Foto: Alexander Gutiérrez Alarcón
Música no muy conocida para nuestros oídos pues tienen orígenes españoles por la melodía que se logra escuchar. La música, en la calle, es una buena estrategia para darle ritmo a la vida y a al vez, ganarse algo para el día. Lo encuentran en el Jr. Belen, en horas de la noche.
Foto: Alexander Gutiérrez Alarcón
¡Injusticia!, solemos decir al ver a un adulto mayor trabajando cuando debería estar descansando ya que ha vivido muchas décadas de lucha por subsistir y , quién sabe, darle una mejor calidad de vida a sus hijos. La encontramos vendiendo en Jirón de la Unión, en horas de la noche.
Foto: Alexander Gutiérrez Alarcón
El ejemplo también viene de las personas que luchan día a día por tener algo para subsistir. Si la discapacidad física no es un impedimento, el ejemplo vale por 2 o más. A esta señora la encontramos por Jirón de la Unión junto a su hijo pidiendo caridad en horas de la noche.
Foto: Alexander Gutiérrez Alarcón
No tienes hambre pero cuando caminas por las calles de Lima es inevitable antojarse de algunos platos como estos deliciosos anticuchos. Hay de todos los precios pero de ti depende cuál quieres degustar. Este puesto se encuentra en Jr. Belen, en horas de la noche.
Foto: Alexander Gutiérrez Alarcón
También encontramos los postres que Lima nos ofrece de noche: ¡Picarones!. Inevitable no sentir su aroma y ver la forma de aros. De seguro, tuviste la oportunidad de probar una porción en el Parque de la Muralla.
Foto: Alexander Gutiérrez Alarcón
Cuando los ves, te das cuenta que muchos los miran con "lástima" o "pena". Las personas con discapacidad no quieren misericordia, buscan oportunidades donde puedan demostrar sus habilidades como todo ser humano. Esta sonrisa puede encontrarlo en Jirón de la Unión, en horas de la noche.
Foto: Alexander Gutiérrez Alarcón
Hay de todas las formas y modelos; para hijos, amigos, enamorados o simplemente para los que les gusta coleccionar peluches. Desde el dibujo de tu infancia hasta el más moderno de las caricaturas, pueden ser abrazados por este esponjoso objeto. Puedes adquirir una por el Parque de la Muralla.
Foto: Alexander Gutiérrez Alarcón
Finalmente, con cada gesto, broma o parodia que hacen, los diversos parques de Lima son abarrotados por los famosos Cómicos Ambulantes quienes con su habilidad para contar chistes, pueden arrancar más de una carcajada, aunque para algunos sea de mal gusto. Eso y más es lo que ofrece cada calle limeña.
Y tu ¿ cómo ves las calles nocturnas de Lima?
FOTO: ALEXANDER GUTIÉRREZ ALARCÓN
Y tu ¿ cómo ves las calles nocturnas de Lima?
FOTO: ALEXANDER GUTIÉRREZ ALARCÓN