Siempre supe que tener una parte
de alguien importante en nuestra vida es maravilloso; compartirla, aún mejor.
Además, los momentos que vives con una hermana no solo lo tienes en tu
corazón y cabeza, sino en la sangre que corre día a día, en la idea de recordar
y esperar la llegada de ese ser querido que de la noche a la mañana se
convirtió en tu ejemplo y sorprendentemente ,de
la noche a la mañana, nunca más volvió.
Fue un viernes 13 de Mayo que iba hacia la universidad para dar mi examen final de Periodismo. Esta vez iba con la seguridad de dar un
buen examen, pues la preocupación y el constante movimiento sobre la salud de
mi hermana me desconcentraba o hacía perder las ganas de hacer las cosas.
Llegué a mi salón, empecé a resolver uno de los cursos que más me agrada (hasta
ese entonces no recibía ni una llamada de mis padres, cosa que me parecía muy
raro). Terminé sin preocupaciones y me alistaba para regresar a casa. Algunos
amigos me decían para despedir el ciclo en el Callejón(Un centro de "esparcimiento", con sarcasmo). No pude
porque quería ir a visitar a mi hermana.
Tomé mi combi chosicana, esos que
demoran 2 horas clavadas para llegar. Ya en la combi y apoyado en la ventana, miraba el
paisaje y el tráfico infaltable. Pasé por Plaza Graú y luego toda la avenida,
dónde hay hospitales, vendedores, viendo a la gente renegar, el olor a humedad; otros, preocupados
porque no les roben o simplemente sin ganas de nada. De pronto, el carro
doblaba rumbo a El Agustino y mi celular empezó a sonar. Abrí su tapita, miré
el número, era mi padre, presioné el botón verde y contesté. “¿Aló?”, fue lo primero y último que diría
después de escuchar esas palabra que se clavaron conmigo para siempre. “Si estás yendo para
la casa alista las cosas… Jenny falleció”.
Estaba solo, me quedé en blanco,sentía que la couster se volvía en una refrigeradora, todo lo que había pensado para las vacaciones, las cosas que haría, todo se
desvaneció con escuchar solo ello. “Trata de estar con mi mamá todo el tiempo”,
le dije mientras trataba de asimilar lo que estaba pasando. La combi en la que me encontraba, no sentía que su ruta era hacía Chosica, sino era de una
despedida con mi hermana para siempre. Todo lo demás, ya saben lo que
suele suceder cuando alguien parte muy lejos y algunos estuvieron conmigo para
compartirlo.
Es difícil decir ADIÓS a un ser
tan importante, combatir y perder esta guerra contra EL CÁNCER. Esa enfermedad
que va creciendo a nivel mundial y matando día a día, destruyendo familias, personas, sueños, dejando
incompleto las metas de quién se va y con quién queríamos compartir. La
tristeza se apodera cada día desde que escuchas la palabra muerte y es por ello
que comparto esto contigo, algo que nunca pensé y sucedió. La
mejor prevención que puedes tener es informarte sobre esta enfermedad y
prevenirla, no esperar a que esté dentro de uno ya que puede ser demasiado
tarde.
Mi hermana no falleció de cáncer de mama pero pasó lo mismo como todos los que atraviesan ese camino al enterarse de esa enfermedad. Esta semana es la lucha contra el cáncer de mama. Depende de ti si quieres seguir celebrando tu vida con los logros que tienes, depende de ti el evitar truncar el camino de tu vida y tal vez, dejarnos si no te cuidas. Recuerda que el cáncer no avisa o...
¿PIENSAS PASAR POR LO MISMO QUE YO?
FOTOS REFERENCIALES: Internet
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